El mantenimiento de las herramientas de jardinería antes del invierno

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Con la llegada del invierno, el jardín entra en una fase de reposo, pero esto no significa que las herramientas de jardinería deban ser olvidadas. Antes de que las temperaturas bajen y el mal tiempo dificulte el uso de las herramientas, es importante realizar un mantenimiento adecuado para asegurarse de que estén en perfectas condiciones para la siguiente primavera. Seguir algunos sencillos pasos de limpieza y almacenamiento no solo prolongará la vida útil de las herramientas, sino que también te ahorrará tiempo y dinero cuando vuelva el buen tiempo.

El primer paso en el mantenimiento de las herramientas de jardinería es la limpieza. Después de una larga temporada de uso, es probable que se hayan acumulado suciedad, hierba, resina y tierra. Estos residuos pueden causar óxido o dañar las partes metálicas y mecánicas de las herramientas.

Eliminar la tierra: Utiliza un cepillo duro o una espátula para eliminar el barro y la tierra seca de las herramientas, especialmente de palas, azadas y palas de mano. Si es necesario, enjuaga con agua y seca bien con un paño antes de guardar las herramientas.

Limpiar las partes de madera: Los mangos de madera de las herramientas pueden secarse y agrietarse con el tiempo. Pasa la superficie con papel de lija fino para suavizar cualquier astilla, y luego aplica una capa de aceite de linaza para nutrir la madera y protegerla de la humedad invernal.

Las herramientas de corte y aquellas que incluyen partes móviles, como tijeras de podar y tijeras, requieren una atención especial. El óxido puede formarse fácilmente en estas superficies, especialmente si no se almacenan correctamente.

Lubricar las articulaciones: Después de limpiar las herramientas, aplica un poco de aceite lubricante en todas las partes móviles, como articulaciones y tornillos. Esto evitará que se oxiden y mantendrá las cuchillas en movimiento fluido.

Afilar las cuchillas: Las cuchillas de las herramientas de corte, como tijeras de podar o tijeras, pierden su filo con el uso prolongado. Antes de guardarlas, asegúrate de afilarlas con una piedra de afilar o una lima. Las herramientas afiladas garantizarán cortes limpios y precisos en la siguiente temporada, evitando daños a las plantas.

Durante el mantenimiento, inspecciona cuidadosamente todas tus herramientas en busca de signos de daño o desgaste. Los mangos astillados o rotos, los tornillos sueltos o las cuchillas desgastadas pueden ser peligrosos y menos eficaces.

Reemplazar las piezas dañadas: Si una herramienta tiene un mango roto, considera reemplazarlo en lugar de comprar una nueva herramienta. Muchas tiendas de jardinería venden mangos de repuesto a precios asequibles.

Reparar las articulaciones sueltas: Si encuentras tornillos o pernos sueltos, apriétalos o reemplázalos. Las herramientas bien ensambladas son más seguras y cómodas de usar.

Después de limpiar y reparar las herramientas, es fundamental almacenarlas en un lugar adecuado durante el invierno. La exposición a los elementos climáticos, como la lluvia y la nieve, puede dañar gravemente las herramientas de jardinería.

Guardar en un lugar seco: Almacena las herramientas en un cobertizo o garaje, asegurándote de que estén protegidas de la humedad. Si es posible, cuélgalas en una pared o guárdalas en estantes para evitar el contacto directo con el suelo.

Proteger las herramientas grandes: Para herramientas de gran tamaño como cortacéspedes o cortasetos eléctricos, cúbrelas con una lona o usa fundas apropiadas para protegerlas del polvo y la humedad.

Cuida también de las mangueras de riego: Para prolongar su vida útil y reducir el riesgo de daños causados por temperaturas extremadamente bajas, recuerda vaciarlas, enrollarlas y guardarlas en un lugar seco y protegido de las heladas.